21 de septiembre de 2023

Hoja Negra

Poesía para la nuevas generaciones

Poemas de Anghelly Perea Gutiérrez

3 min de lectura

Filósofa de la Universidad del Atlántico, integrante del semillero de investigación Genealogías, perteneciente al grupo de investigación Mujer, género y cultura.

Escribo desde el caribe colombiano, mis poemas se consumen en arena y mar, son la composición de la mujer caribe que, como muchas escritoras, crea porque no es un objeto de la guerra, el premio del ganador, ni de la inspiración de los poetas, por el contrario, soy escribiente porque los versos no solo son una estrategia estética, estos nacen de lo más profundo del alma que se encuentra atormentada porque, ante la desgracia de vivir, amo la vida.

Mi seudónimo es Soy la Luna, satélite que, aunque se encuentra alejado de la tierra, tiene una gran conexión con el mar, mi principal inspiración.


NADITATIVA

Soy una mujer de mar

con piel cálida

ojos profundos y mirada dormida

Alta como una amazona

radiante como una mañana

candente como una nebulosa

rústica como panes secos

Mi cuello es precioso

así como la noche de mis ojos

no soy quien para cortar

tu ilusión de ver mis hombros

de sentir mi piel

de recostarnos en un árbol frondoso

saborear las desnudas edades

utopías nos creamos

buscamos escapar de la cotidianidad

del influjo, del deseo

que nos persigue de esa soledad

de la tristeza

del valor de poseer miradas

que no sean eternas

Llenar la vida tras la decadencia

quiero que me dibujen desnuda

ser la protagonista

de una obra

Ser la musa

ser la musa del trópico

ser la musa del trópico

rebosar los lugares

inundar salones

bañarme en el río, una y otra vez

salir de paseo con mis sueños

ser transparente

para envolverte en mi cuerpo

¿Quieres dibujarme?

¡Hazlo!

No me opongo

Me desnudo, me acomodo

¿Cómo te gustaría?

¿Qué harías primero?

Mis ojos, mi boca

O quizás mis senos

¿Qué sonidos representaré?

¿Qué color tendrá mi cuerpo?

¿A qué sabrán mis pechos?

¿Con qué sentimientos observaran mis desnudos?

¿Mis carnes de canela?

Soy niebla densa, oscura y penetrante

¿Dime si eres poeta o dibujante?

Yo no soy poeta

A esta hora estoy en mi cama

Te respiro

yo te quiero

te quiero llevar con una sonrisa

con un deseo loco

es todo, yo te quiero

en mis brazos

con mis 55 kilos

quiero sentirte cerca

encontrar consuelo

en tus trazos

o en tus letras

llenar los silencios con versos


BOCAS DE CENIZA

La naturaleza reclama lo suyo,

los campos se tornan de color intenso,

los rosales se expanden

Me encuentro divagando en los valles

Del río nace vida que recorre sin cansancio kilómetros

para besar a su amada, para ser uno

en la dificultad atraviesa senderos y selvas

llenas de cuentos de instantes muertos.

Contra el viento lucha, encuentra piedras de tropiezo

el cansancio lo consume, se agota sin remedio,

pero la esperanza del reencuentro lo transporta sin pensar

a ese pasaje que se repite como maldición.

La distancia se agota, se aproxima,

deslizándose suavemente se siente la algarabía

chocando entre bocas de ceniza

el río se eriza y la mar con prisa

lo recibe, lo atiende, lo acoge, lo mimetiza.

Fuerza natural chocando sin prisa,

siendo uno solo, dulce y salado

turbio y claro, azul y negro.


RECUERDO DE LAS ABUELAS

En la noche de luna llena

mi alma te espera

tan pasiva y buena

con ansias, con grandeza

Azules recuerdos de las abuelas

nos dicen

“no debe haber tristeza

siempre hay espera

para ver nacer

las flores en primavera”

Así que no hay afán

ni espera tan eterna

que la paciencia no venza

Azules recuerdos de las abuelas

decían

“Mejor es morir de amor

que de melancolía”

porque no hay muerto

más frustrado

que aquel que ha muerto desesperado