Poemas de Anghelly Perea Gutiérrez
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Filósofa de la Universidad del Atlántico, integrante del semillero de investigación Genealogías, perteneciente al grupo de investigación Mujer, género y cultura.
Escribo desde el caribe colombiano, mis poemas se consumen en arena y mar, son la composición de la mujer caribe que, como muchas escritoras, crea porque no es un objeto de la guerra, el premio del ganador, ni de la inspiración de los poetas, por el contrario, soy escribiente porque los versos no solo son una estrategia estética, estos nacen de lo más profundo del alma que se encuentra atormentada porque, ante la desgracia de vivir, amo la vida.
Mi seudónimo es Soy la Luna, satélite que, aunque se encuentra alejado de la tierra, tiene una gran conexión con el mar, mi principal inspiración.
NADITATIVA
Soy una mujer de mar
con piel cálida
ojos profundos y mirada dormida
Alta como una amazona
radiante como una mañana
candente como una nebulosa
rústica como panes secos
Mi cuello es precioso
así como la noche de mis ojos
no soy quien para cortar
tu ilusión de ver mis hombros
de sentir mi piel
de recostarnos en un árbol frondoso
saborear las desnudas edades
utopías nos creamos
buscamos escapar de la cotidianidad
del influjo, del deseo
que nos persigue de esa soledad
de la tristeza
del valor de poseer miradas
que no sean eternas
Llenar la vida tras la decadencia
quiero que me dibujen desnuda
ser la protagonista
de una obra
Ser la musa
ser la musa del trópico
ser la musa del trópico
rebosar los lugares
inundar salones
bañarme en el río, una y otra vez
salir de paseo con mis sueños
ser transparente
para envolverte en mi cuerpo
¿Quieres dibujarme?
¡Hazlo!
No me opongo
Me desnudo, me acomodo
¿Cómo te gustaría?
¿Qué harías primero?
Mis ojos, mi boca
O quizás mis senos
¿Qué sonidos representaré?
¿Qué color tendrá mi cuerpo?
¿A qué sabrán mis pechos?
¿Con qué sentimientos observaran mis desnudos?
¿Mis carnes de canela?
Soy niebla densa, oscura y penetrante
¿Dime si eres poeta o dibujante?
Yo no soy poeta
A esta hora estoy en mi cama
Te respiro
yo te quiero
te quiero llevar con una sonrisa
con un deseo loco
es todo, yo te quiero
en mis brazos
con mis 55 kilos
quiero sentirte cerca
encontrar consuelo
en tus trazos
o en tus letras
llenar los silencios con versos
BOCAS DE CENIZA
La naturaleza reclama lo suyo,
los campos se tornan de color intenso,
los rosales se expanden
Me encuentro divagando en los valles
Del río nace vida que recorre sin cansancio kilómetros
para besar a su amada, para ser uno
en la dificultad atraviesa senderos y selvas
llenas de cuentos de instantes muertos.
Contra el viento lucha, encuentra piedras de tropiezo
el cansancio lo consume, se agota sin remedio,
pero la esperanza del reencuentro lo transporta sin pensar
a ese pasaje que se repite como maldición.
La distancia se agota, se aproxima,
deslizándose suavemente se siente la algarabía
chocando entre bocas de ceniza
el río se eriza y la mar con prisa
lo recibe, lo atiende, lo acoge, lo mimetiza.
Fuerza natural chocando sin prisa,
siendo uno solo, dulce y salado
turbio y claro, azul y negro.
RECUERDO DE LAS ABUELAS
En la noche de luna llena
mi alma te espera
tan pasiva y buena
con ansias, con grandeza
Azules recuerdos de las abuelas
nos dicen
“no debe haber tristeza
siempre hay espera
para ver nacer
las flores en primavera”
Así que no hay afán
ni espera tan eterna
que la paciencia no venza
Azules recuerdos de las abuelas
decían
“Mejor es morir de amor
que de melancolía”
porque no hay muerto
más frustrado
que aquel que ha muerto desesperado