21 de septiembre de 2023

Hoja Negra

Poesía para la nuevas generaciones

Cuatro poemas de Bob Dylan

4 min de lectura

Flotando en el viento


¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre
Antes de que le llaméis hombre?
¿Cuántos mares debe surcar la blanca paloma
Antes de dormir sobre la arena?
¿Cuántas veces deben volar las balas de cañón
Antes de ser prohibidas para siempre?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
La respuesta está flotando en el viento,

¿Cuántas veces debe un hombre mirar hacia arriba
Para poder ver el cielo?
¿Cuántos oídos debe tener un hombre
Para poder oír a la gente llorar?
¿Cuántas muertes serán necesarias para que comprenda
Que ya ha habido demasiados muertos?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
La respuesta está flotando en el viento,

¿Cuántos años puede permanecer una montaña
Antes de ser arrastrada al mar?
¿Cuántos años pueden algunas gentes vivir
Antes de conocer la libertad?
¿Cuántas veces puede un hombre volver la cabeza
fingiendo no ver nada?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
La respuesta está flotando en el viento.


George Jackson

Cuando me desperté esta mañana
Mi cama estaba empapada de lágrimas
Han matado a un hombre al que amaba de verdad
Le han pegado un tiro en la cabeza.

Dios, Dios, han matado a George Jackson
Dios, Dios, le han tumbado por tierra

Le metieron en la cárcel
Por un robo de treinta dólares
Cerraron la puerta tras él
Y tiraron la llave

Dios, Dios, han matado a George Jackson
Dios, Dios, le han tumbado por tierra

Nunca aceptó la mierda de nadie
Nunca agachó la cabeza ni se arrodilló
Las autoridades le odiaban
Porque era demasiado real.

Dios, Dios, han matado a George Jackson
Dios, Dios, le han tumbado por tierra.

Los guardianes de la prisión le maldecían
Mientras le vigilaban desde lo alto
Pero tenían miedo de su poder
Estaban asustados de su amor.

Dios, Dios, han matado a George Jackson
Dios, Dios, le han tumbado por tierra

A veces pienso que este mundo
No es más que un gran patio de prisión
Algunos somos presos
Los otros somos guardianes.

Dios, Dios, han matado a George Jackson
Dios, Dios, le han tumbado por tierra.


Hace mucho tiempo, muy lejos…

Predicar sobre la paz y la hermandad
¡Oh!, ¡cuál puede llegar a ser el precio!
Un hombre lo hizo hace ya mucho tiempo
y le colgaron de una cruz.

Hace mucho tiempo, muy lejos,
Estas cosas ya no pasan hoy en día.

Las cadenas de esclavos
Se arrastraban por el suelo
Con las cabezas y los corazones agachados
Pero esto fue en tiempos de Lincoln
Y eso fue hace mucho tiempo.

Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Las armas de guerra se dispararon salvajemente
El mundo entero sangró
Los cuerpos de los hombres flotaron en las orillas
De océanos de barro.

Hace mucho tiempo, muy lejos,
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Un hombre tenía mucho dinero
Otro no tenía ni para comer
Un hombre vivía como un rey
El otro mendigaba en la calle

Hace mucho tiempo, muy lejos
Estas cosas ya no pasan hoy en día.

Un hombre murió por un cuchillo muy afilado
Un hombre murió por la bala de un rifle
Un hombre murió de tristeza
Al ver el linchamiento de su hijo

Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Los gladiadores se mataban los unos a los otros
Esto fue en tiempos de los romanos
La gente les vitoreaba con los ojos inyectados en sangre
Mientras los ojos y la mente se cegaban

Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Y hablar de paz y hermandad
¡Cuál puede llegar a ser el precio!
Un hombre lo hizo hace mucho tiempo
y le colgaron de una cruz.

Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día. ¿No?


La huida del vagabundo

Ayudadme en mi miseria
Oí al vagabundo decir
Cuando le sacaban del tribunal
Y se lo llevaban
«Mi camino no ha sido agradable
Y me queda poco tiempo,

Y sigo sin saber
Qué mal le he hecho yo a nadie»

El juez se quitó la toga,
Sus ojos se llenaron de lágrimas
«Jamás lo comprenderías», le dijo,

«¿Por qué tienes que intentarlo?» ,
Fuera el público alborotaba,
Se le podía oír desde la puerta,
Dentro el juez bajaba del estrado
Mientras el jurado clamaba pidiendo más.

«¡Oh!, callen ya a ese maldito jurado»,
Gritaron el asistente y la enfermera.
El juicio ya fue bastante malo,
Pero esto es diez veces peor.
Justo entonces, un rayo,
Reventó el Juzgado,
Y mientras todo el mundo caía de rodillas a rezar,
El vagabundo escapó.



Sólo un vagabundo

Al ir caminando un día, en un rincón
Vi a un viejo vagabundo tumbado en un portal
Su cara se apretaba contra el frío suelo de la acera
Y calculé que debía llevar allí toda la noche o más.

Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.

Una manta de papeles de periódico cubría su cabeza.
El escalón era su almohada, la calle era su cama
Una mirada a su cara permitía ver el largo camino que había recorrido
Y un puñado de dinero dejaba ver las monedas que había mendigado.

Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.

¿Hace falta acaso ser muy hombre para ver toda la vida derrumbarse?
¿Para mirar al mundo desde un agujero en el suelo?
¿Para esperar el futuro como un caballo que se ha quedado cojo?
¿Para yacer en el arroyo y morir sin un nombre?